Viaje en tren a Ella
Elegimos el tren para llegar hasta Ella desde Nuwara Eliya. Según decían, íbamos a recorrer el que se considera ¡el mejor trayecto de tren del mundo! Nos dirigimos a la estación de Nanu Oya, cerca del famoso pueblo de Nuwara Eliya, para comprar los tickets. Decidimos comprar los de tercera clase, ya que nuestra intención era volver a sentarnos en una de las puertas y disfrutar al máximo la experiencia. Son trenes que no van demasiado deprisa, así que puedes sentarte, sacar las patitas, la cabeza… ¡y a disfrutar! Además, siempre hay más asientos en tercera y no están nada mal.
Allí, a las 3 en punto, apareció nuestro tan esperado tren. Nos subimos, dejamos las mochilas en las cabinas, y nos sentamos en la puerta. Y el milagro volvió a ocurrir… montañas con infinitas ondas de campos de té, niños saludándonos desde los pueblos, mujeres y hombres en los caminos, puentes, ríos, nubes, brisa… Los trayectos de tren en Sri Lanka deberían considerarse patrimonio de la humanidad.
Y es que Ella es especial, tanto su entorno como su nombre. Tanto que inspira textos ocasionales:
“Mi pelo baila con la brisa, acariciando mi cara. El olor a té y humo invaden la escena. Siento un suave frío. Una tímida sonrisa se despierta entre mis labios ¿Será que echo de menos el invierno? Miro hacia arriba, como si los estantes para el equipaje tuvieran la respuesta.
A mi izquierda, dos mujeres miran por la ventana. Ausentes. Imagino sus pensamientos dibujándose entre las colinas, fluyendo en líneas curvas, como verdes ondas de sueños. A mi derecha, la inocencia de unos niños me saluda con dos manos.
Aquí estoy, sentada entre las voces, recorriendo entre traqueteos las vías hacia Ella. Qué nombre. Ella. Repite conmigo. Ella. Ella. Ella… Suena a deseo lejano, a recuerdo dulce y a alguien especial. ¿Cómo será Ella?”
PUEBLO DE ELLA
Una de las localidades más apreciadas por los turistas en Sri Lanka. Se trata de un pueblo pequeño pero muy turístico. Su encanto, al igual que Nuwara Eliya, reside en el entorno. Situado entre montañas y muy cerca de atracciones naturales la convierten en un enclave ideal para el turismo mochilero (y no tan mochilero).
Bajando la calle de la estación de tren nos encontramos con la que es su calle principal, dónde se encuentran todos los restaurantes y hoteles. Por suerte, preguntamos a unos chicos en un bar si sabían de algún hotel barato dónde pudiéramos negociar. Uno de sus amigos tenía un hotel en las colinas que rodean Ella y negociamos el precio, además nos subía gratis en su tuk tuk. Fuimos un poco desconfiadas con lo que íbamos a encontrar por ese precio… todo lo contrario. El SILENT NEST es el lugar perfecto para alojarse en ELLA. Una casita con terraza con vistas a la montaña, dos camas dobles, lavabo y wifi ¡Así sí!