Luang Prabang es una ciudad dónde parece que el tiempo transcurre más despacio. Caminar por las tranquilas calles de estilo colonial, perderse en el mercado nocturno, refrescarse en las cascadas, visitar sus majestuosos templos y recorrer los alrededores son un imprescindible en cualquier viaje a Laos.
La visita a esta joya del sureste asiático puede hacerse en dos días, pero si tienes tiempo o estás viajando por unos meses, es una ciudad dónde a uno le apetece relajarse y aprovechar para descansar.
Llegamos de noche a Luang Prabang en un autobús de 27 horas desde Hanoi. Una travesía larga que nos dejó exhaustas. El autobús nos dejó en la estación sur de la ciudad, desde allí cogimos un tuk tuk que nos llevaría hasta nuestro hostel. Éramos 8 extranjeros en el autobús y en las horas de trayecto forjaramos un mágico grupo de mochileros viajeros.
Dejamos nuestras mochilas y nos fuimos a comer, pero a las 23h Luang Prabang no tiene mucho que ofrecer, así que acabamos en una parada local, en la esquina de nuestra calle. Los dueños de la parada eran muy simpáticos y empezaron a invitarnos a Beer Lao. Fue una divertida manera de empezar nuestra aventura en Laos. Aprendimos algo de su idioma y decidimos ir a descansar, al día siguiente empezaría nuestro recorrido.
– DÍA 1 –
Si hay algo que apetezca en Laos es caminar lento, casi tanto como el ritmo que tiene esta ciudad. En nuestra época (Marzo 2017) el calor era terrible, pero con la ayuda de una coca cola fresca o alguno de los increíbles zumos que sirven en los puestos callejeros la caminata se hace más fácil.
Si caminar no es lo tuyo, también puedes alquilarte una bici para recorrer la ciudad y los templos.
Luang Prabang es una ciudad de templos y palacios, los más famosos son el Wat Mai, el Wat Xieng Thong y el recinto del Gran Palacio.
Para ver el atardecer recomendamos subir al Monte Phou Si. Si quieres ver el templo hay que abonar una entrada, pero puedes quedarte en la primera terraza antes de las escaleras finales para contemplar las vistas sin tener que pagar nada.
En la calle principal se monta un pintoresco mercado nocturno. El típico mercado asiático, repleto de tenderetes y cosas bonitas, demasiadas, porque las compraríamos todas. Si decides adquirir algo …. REGATEA.
CONSEJILLO: Dentro del Night Market, exactamente en la primera callejuela a la izquierda hay varios restaurantes callejeros que sirven una especie de buffet all-you-can-eat en un plato por 15.000 kips. El funcionamiento es muy sencillo, elige el puesto que más te guste, coge un bol y sírvete toda la comida que quepa dentro.
Además del plato por 15.000 kips puedes comprar pinchos de carne, pescado y vegetales asados a la parrilla, los precios están entre 10.000 y 40.000 kips, dependiendo de la cantidad de comida de cada pincho. Elige uno y te lo cocinarán en la parrilla ¡delicioso!
– DÍA 2 –
Para esto amigos, hay que madrugar. Entre las 5 y las 6,15 de la mañana se celebra diariamente la ceremonia de las almas, también conocida como la ceremonia de entrega de limosnas. Los monjes de los templos de Luang Prabang salen en silencio a la calle para recibir comida y otras ofrendas. Recomendamos ir allí a las 5.30h.
Lo mejor de Luang Prabang (y más todavía si hace calor). Nosotras fuimos hasta allí sabiendo que había cascadas, pero no nos esperábamos que fueran tan bonitas.
Para ir allí puedes contratar uno de los tours que ofrecen en las agencias de la ciudad (hay muchas) o ir por tu cuenta. Nosotros éramos 7, así que negociamos un tuk tuk ida y vuelta, todo el vehículo por 180.000 kips. Si te decides por esta opción regatea para llegar a este precio, puedes conseguirlo incluso por 170.000 kips. Nosotros tuvimos que subir el precio porque el hombre con el que negociamos no podía llevarnos así que nos dejó con un amigo suyo que no aceptaba menos de 180.000.
El trayecto dura una hora. La carretera está en bastante buen estado y el paisaje es bonito. Pasamos por pueblos y escuelas, sonrisas y Sabai Dee (el saludo de Laos).
A las 9.30 llegamos a las cascadas. Es mejor acercarse a esa hora o incluso antes, para evitar la masificación de los tours. El conductor de nuestro tuk tuk nos dejó en el aparcamiento, justo al lado de la puerta de entrada. Pagamos nuestros tickets (20.000 kips por persona) y a por las aguas turquesas.
El lugar es fascinante, hay como 4 o 5 piscinas de agua turquesa con cascadas en las que darse un buen baño. El recorrido empieza por abajo y puedes ir subiendo el camino para verlas todas. Además, en la cascada más grande, puedes coger dos caminos (izquierda de la cascada o derecha) que te llevarán a la cima, dónde hay un bonito lago con un columpio y menos gente. A 3 km hay otra cascada y una cueva, a la que no fuimos porque descubrimos el cartel que indicaba su existencia a falta de 30 minutos para regresar a nuestro tuk tuk. Si vas, ¿nos cuentas tu experiencia?
Nos sorprendió que justo en la misma entrada había una especie de «reserva» de osos protegidos. Lo bueno: Pudimos verlos de cerca. Lo malo: pese a que están allí para protegerlos, no se les ve muy felices…
Llegamos a Luang Prabang en un bus sleeper de 27h desde Hanoi por 42 USD. Si quieres saber más sobre nuestra experiencia cruzando fronteras haz click aquí.
Para ir hasta Nong Khiaw desde Luang Prabang puedes optar por contratar una Mini Van con servicio de pick up en tu hotel por 60.000 kips por persona. Salen a las 9 AM y la duración del trayecto es de dos horas. Todos los hoteles venden esta opción (quizá algo más cara).
Otra opción es dirigirte a la Estación Norte de Autobuses. En Luang Prabang hay dos estaciones, no te confundas. Desde allí hay minivans que salen en distintos horarios hacia Nong Kiaw, nosotras cogimos el «bus» (era minivan) de las 11 AM por 50.000 kips (creemos que también hay una opción a las 9.30 de la mañana pero mejor preguntad en la oficina de turismo de la ciudad). El tuk tuk hasta allí nos costó 10.000 kips por persona. El trayecto dura entre dos horas y dos horas y media.
Desgraciadamente esta vez empezaremos por dónde NO ALOJARSE: El Yaya Guesthouse. El hostel en si mismo está decente, las habitaciones muy sencillas (con 10 personas) y los baños más o menos y, además, sirven desayuno. El caso es que el personal es muy poco considerado con sus huéspedes y nos llevamos una muy mala experiencia por su culpa. Para que os hagáis una idea, como ellos sabían que estábamos descontentas, después de pagar nuestra noche, nos cancelaron la reserva que habíamos hecho por booking para que no pudiéramos puntuarles… Todo dicho.
Alternativa: Vongprachan Backpackers Hostel. Nuestro amigo André se alojó allí y cuenta que es de los mejores hostels en los que ha estado.
Tienes muchas opciones de alojamiento económico en Luang Prabang, simplemente escoge el que más te convenga. Puedes reservar con Booking porque no suelen regatear sus precios.
Esperamos que este post os sirva de ayuda para vuestra visita en la ciudad dorada.
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