Cruzar la frontera de Laos a Camboya fue una de las aventuras más divertidas en nuestro viaje por estos dos países. Un día intenso y cansado, con algún imprevisto, pero que al final salió todo a pedir de boca. Aquí te contamos cómo cruzar la frontera por libre (o no) desde las 4000 islas hasta Siem Reap.
La primera opción es la que te contaremos ahora, siempre nos parece más entretenida 🙂
La segunda opción es más fácil y más cara: pack de transporte desde Don Det a Siem Reap por unos 28-35 dólares. Todo incluído (bote y autobús).
A las 08.00 am compramos un ticket en el embarcadero del norte de la isla de Don Det por 15.000 kips cada una. El trayecto dura unos 10-15 minutos.
La gente que compra los packs de transporte sale a esa hora y los locales organizan un bote bastante grande. Después de embarcar a todos los que iban por agencia, nos vendieron nuestros tickets y subimos al mismo bote que todo el mundo.
Una vez en el puerto caminamos un poco (5 minutos) hasta la estación de autobuses. Allí comprobamos que los precios de los billetes de autobús hasta la frontera eran totalmente desorbitados (unos 8 euros por 25 minutos de trayecto) y decidimos que seguíamos adelante con nuestro plan de ir por otro medio.
Intentamos coger varios moto taxi pero huían de nosotras en cuanto decíamos la palabra “border”. Nos extrañó, puesto que habíamos leído en muchos sitios y un contacto nos recomendó que cogiéramos uno de esos para llegar hasta allí.
Al final uno de los moto taxi nos dijo que no podía llevarnos porque la policía les multaría. Entendimos que hay una especie de chanchullo entre la policía y los autobuses para llegar hasta el borde que pasa por prohibir al resto de transportes llevar a dos turistas. “Ahora entiendo el precio del autobús” decía Estel. Y cuanta razón tenía.
Finalmente decidimos probar con autostop. Primero un tuk tuk gigante (era como un autobús) nos llevó hasta la carretera principal y allí, tras unos minutos, unos chicos nos recogieron en su camioneta. Más tarde, a 9km de la frontera, un hombre nos llevó a las dos con nuestras dos mochilas grandes y dos pequeñas hasta la frontera en moto ¡No había mejor final para Laos!
El paso de la frontera de Laos a Camboya no se libra de la fama de los timos de las fronteras asiáticas. Al ir por libre llegamos mucho antes que los autobuses turísticos, que salen al cabo de una hora y pico de espera en la estación de Nagasang. Estábamos solas y eso era una ventaja. Los autobuses suelen ser “amiguitos” de los policías y si intentas discutir el timo con ellos o te niegas a bajar, te presionan diciéndote que van a dejarte allí. Ahora incluso ofrecen sus servicios de visado con timo incluido por el mismo precio que te pedirán al hacerlo tú mismo pero sin bajar del autobús. Perfecto.
Nada más empezar, en la parte de Laos, nos pedían 2 dólares a cada una por estampar el sello de salida en nuestro pasaporte. Nuestra estrategia fue decirles que no nos habían informado de ello en ningún momento y teníamos el dinero justo para la visa. Tras mucha insistencia y caras de pena, nos dejaron pasar ¡Bien, ahorramos cuatro dólares!
Pero lo mejor llegó en la frontera de Camboya. Sólo entrar los policías nos decían que no podíamos pasar la puerta, que primero fuéramos al quiosco que había justo delante, desde el que un hombre nos llamaba. Extrañadas fuimos hacia allí y nos dimos cuenta ¡el maldito medical check! Lo de los termómetros ha quedado atrás y ahora la nueva técnica es pedirte el carné de vacunación. Si no lo tienes (¿quién se lo lleva a Asia?) te pedirán un dolar por rellenar un papel lleno de preguntas sobre unas dolencias a las cuales responderás NO. Tras mucha insistencia, el hombre del medical check dijo que “ok, don’t need to pay” ¡Toma! ¡Otros dos dólares!
Con nuestros papelitos confirmando que estábamos sanas, llegamos al mostrador del visado de Camboya, dónde ¡sorpresa! Nadie nos pidió el maldito papel, no piquéis. Y aquí vino lo bueno.
¡Con toda la jeta! Intentó decirnos que el precio era 5 dólares más y al ver que estábamos informadas se inventó que era el precio de la estampación. Seguimos con nuestra táctica de “no tenemos más dinero que el justo para pagar la visa” y estuvimos unos buenos 5 minutos intentando hacerle entrar en razón. Sus respuestas eran “no money, no visa” y otras frases célebres por el estilo. Finalmente empezó a pedir kips o riels camboyanos, lo que tuviéramos a mano. Algo tenía que cobrar el “pobre” policía… Al final Estel sacó 20.000 kips que teníamos en la mochila y le dijimos que era lo único que nos quedaba. ¡Aleluia! Aceptó sus dos euros y pico, estampó y salimos felices hacia Camboya.
Precio real del visado: 30 dólares por persona.
Precio con timo: 38 dólares por persona.
Precio final: 31’2 dólares por persona.
¡Un éxito rotundo!
Reservamos un servicio de furgonetas por internet: ASIA VAN TRANSFER. El trayecto desde la misma frontera hasta Siem Reap nos costó 20 dólares por persona. Se reserva por e-mail y se paga antes de subir al coche.
Habíamos quedado a las 11.30h en un bar de la misma frontera con Mr T, el hombre que se encarga de organizar las minivan hasta SIEM REAP. Nada más llegar le vimos, todo seguía saliendo bien.
El único inconveniente: por culpa del retraso de uno de los autobuses turísticos hasta la frontera, tuvimos que esperar a una chica y salimos una hora más tarde.
NOTA: A veces en internet puedes encontrar páginas que dicen que esta compañía ofrece una minivan con wifi (que obviamente no tiene, sólo en el restaurante de la parada para comer que se hace a mitad de camino) y luxury (no era nueva ni mucho menos) y aire acondicionado (que era muyyy justo). Eso sí, estuvimos la mar de cómodas, incluso fuimos tumbadas porque éramos sólo 5 personas en el vehículo.
Otra ventaja de coger estas furgonetas es que van mucho más rápido hasta Siem Reap. Sin la hora de más hubiéramos llegado a las 17h, pero por esperar a la chica llegamos a las 18h. Los autobuses de las agencias llegan sobre las 19 o 20h (a veces incluso más).
El servicio también incluía traslado desde la agencia de SIEM REAP hasta el hotel, que habíamos reservado previamente por booking.
POR TU CUENTA: 15.000 KIPS + (TIMO FRONTERA) + AUTOSTOP + MINIVAN = 21’7 dólares.
AGENCIA: 26/35 DÓLARES + TIMO FRONTERA
Hacerlo por tu cuenta es más divertido y barato, pero para los que prefieren comodidad recomendamos el paquete de agencia. Eso sí, si queréis ahorrar dinero en transporte y también evitar timos fronterizos, lo mejor es escoger nuestra opción y tener suerte con el autostop 😉
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