Kandy fue la primera ciudad que conocimos de Sri Lanka. Nuestra tercera parada asiática después de dos meses en India nos sorprendió mucho tan sólo entrar. La primera impresión que tuvimos nada más bajarnos del avión en el aeropuerto de Colombo fue todo un shock. Todo era más moderno, más rico, mucho más limpio… y menos auténtico. Sri Lanka nos recibió con ropa blanca, mucho verde, autobuses de otra época y tuk tuks impolutos. Parecía un parque de atracciones, sólo que era la vida real. Esto ya no es India, my friends.
Salimos del recinto del aeropuerto para dirigirnos directamente a Kandy en autobús, huyendo del ajetreo de Colombo.
Kandy nos gustó, aunque no fue lo que realmente esperábamos. La capital de las montañas es una de las principales ciudades del país, con el ruido y el movimiento que eso conlleva. Las prisas, la gente y los gritos eran cosas a las que ya nos habíamos acostumbrado en India, pero allí eran de un estilo más occidental… Aún así, encontramos cierto encanto en Kandy en sus edificios coloniales, sus autobuses, sus panaderías, el mercado local, el lago y las montañas.