Es difícil decir qué es lo que más nos gustó de toda India, cada estado es como un país en si mismo. Otra realidad, gente muy diferente, lugares completamente distintos… Pero inevitablemente, en un viaje tan largo, llega un día en que alguien te hace la gran pregunta:
Para responderla hay que poner niveles y, a nivel personal, fue la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur.
Llegamos allí casi por casualidad, como casi todo nuestro viaje en India. Habíamos oído hablar y leído algunas cosas sobre ella, pero por tiempo lo habíamos descartado. Peeeeeero luego llegamos a este país y lo que iban a ser unas supuestas dos semanas y media se convirtieron en dos meses ¡this is India my friends! Así que cumplimos con nuestra ilusión de ir a Anantapur y suerte, porque fue una de esas experiencias que te marcan por siempre.
Tal y como ellos se describen, la Fundación Vicente Ferrer (FVF) es una ONG de desarrollo comprometida con el proceso de transformación de una de las zonas más pobres y necesitadas de la India, de los estados de Andhra Pradesh y Telangana y de las comunidades más vulnerables y en riesgo de exclusión, incluidos los dálit, los grupos tribales y castas desfavorecidas.
Para poder visitar la fundación puedes hacerlo a través de su agencia o por tu cuenta. Si decides viajar por tu cuenta debes enviar una solicitud a través del formulario que tienen en su página web. Una vez reciban tu e-mail te contestarán muy amablemente y te pedirán que rellenes un papel de registro con tus datos, días de visita y tus áreas de interés. En poco tiempo te llegará tu confirmación y… ¡ya lo tienes!
La visita de máximo 3 días es totalmente gratuita, incluida la comida y el alojamiento. Tú puedes contribuir de muchas maneras, desde apadrinar a un niño, hacer donaciones, colaborar con el proyecto de mujer a mujer, comprar productos de las tiendas y, obviamente, el voluntariado en cualquiera de sus áreas.
Cada día se realizan dos salidas para conocer los distintos proyectos en los que trabajan. Las visitas se organizan en función de tus intereses, la de los demás visitantes y las actividades de la fundación. Por ejemplo, nosotras teníamos mucho interés por conocer el proyecto de mujeres e hicieron todo lo posible para que pudiéramos ir a verlo, aunque estuviera planeada para otro día.
Aquí te dejamos un link de su página web con todos los detalles y posibilidades para Viajar a Anantapur.
Llegamos a Anantapur en autobús desde Hampi, a eso de las 21h de la noche. La Fundación es conocida entre los locales como R.D.T. (arditi para los locales). Fuimos hasta allí en un rickshaw (10 INR por persona) que nos llevó hasta la mismísima puerta del campus principal. Allí nos preguntaron nuestros nombres para comprobar la reserva y entregarnos las llaves de nuestra habitación. Llegues a la hora que llegues, la Fundación te abrirá sus puertas las 24h del día.
El campus principal es increíble ¡y grande! En la entrada están las oficinas principales, de registro de visitantes, comunicación, la oficina de apadrinamiento y las tiendas de productos fabricados por las mujeres de los talleres de la fundación. En el interior del campus hay alguna oficina más y el centro neurálgico de la misma: la Cantina. Dónde encontrarás comida riquísima, india o española. Os aseguro que después de dos meses sin comer croquetas y pà amb tomaquet a una le entran muchas ganas de llorar de felicidad 😉
El resto está formado por calles de pequeñas casitas dónde viven los responsables actuales de la fundación, Anna y Moncho Ferrer (esposa e hijo de Vicente Ferrer), personal de la fundación, voluntarios y, claro está, el alojamiento de los visitantes.
Las habitaciones están completamente equipadas e impolutas. Nosotras éramos 4 y nos alojamos en una de las casitas del bloque de visitantes. Teníamos 8 camas, dos baños y un montón de espacio para nosotras solas. Nos sentíamos cómo en un campamento de verano.
La Fundación realiza un trabajo increíble en Anantapur. Desde que Vicente Ferrer llegó a esta región la vida de miles de personas en riesgo de exclusión y extremadamente pobres ha cambiado sobremanera. El impacto de R.D.T. en la zona es visible en cada rincón de Anantapur y alrededores. Os dejamos un pequeño resumen de nuestras visitas, dónde vivimos experiencias muy intensas además de interesantes.
El principal modo de contribución a la organización. Realmente no es una visita que forme parte del programa, pero si estás en Anantapur y tienes a un niño apadrinado o quieres apadrinar allí mismo puedes ir a visitarle.
Apadrinar a un niño es mucho más que colaborar económicamente en su vida. También estás ayudando a su familia y a todo su pueblo. Gracias a gestos como este la fundación puede alimentar, construir casas y ofrecer servicios de salud a miles de personas en Anantapur.
Una de nuestras compañeras de viaje, Irene, apadrinó a un niño al que fuimos a visitar. De camino nos detuvimos a comprar regalos (ropa) y comida (harina, arroz, azúcar, aceite, etc) para la familia y dulces y bolígrafos para los niños del pueblo.
Llegamos al pueblo en el coche de la fundación… todo el pueblo estaba esperándonos, con Shashidar al frente, vergonzoso, inquieto. Nada más bajarnos del coche la madre del niño y sus hermanas nos realizaron un ritual para alejar los malos espíritus, nos pusieron el Bindi (punto decorativo de la frente) y unas pulseras de hoja de plátano. Shashidar cogió a Irene de la mano y entramos en la casa de su familia. Tras otro ritual, esta vez protagonizado por Irene, mantuvimos una divertida charla con la familia. Irene y ellos estuvieron conociéndose durante un buen rato y Shashidar participaba, con risa nerviosa, de vez en cuando. Todo el pueblo estaba en la puerta de la casa, divertidos y curiosos.
Después procedieron a dar los regalos y repartimos los caramelos a los demás habitantes del pueblo. No paraban de reír… Estuvimos haciéndonos fotos todos juntos al grito de ¡chapaaaaaaatiii!
Finalmente nos despedimos de la familia y de todo el pueblo, que nos acompañaron prácticamente hasta el coche. Fue una tarde que no olvidaremos jamás.
Una de las necesidades básicas de cualquier ser humano es la salud. Se calcula que en los estados del sur de la India, dónde trabaja la fundación, viven 400.000 personas infectadas con el VIH. En todos estos años se han construido 5 hospitales que han tratado millones de pacientes. Incluido el Bathalapali, un hospital de referencia en India que además cuenta con un bloque dedicado a Enfermedades Infecciosas.
Tuvimos el placer de visitar el Bathalapali Hospital. Un bonito edificio, perfectamente equipado. El hospital abre sus puertas a cualquier persona que lo necesite y, mediante un sistema de cartillas de colores, conocen el historial médico de cada paciente. Hay de tres tipos: las cartillas amarillas, azules y rosas. Una es para los niños apadrinados, otra para los miembros de sus familias y la última para todas las demás personas de la zona.
La visita la hicimos por la mañana, con el hospital a pleno funcionamiento. Visitamos la mayoría de sus áreas con las detalladas explicaciones de los traductores y guías.
En los alrededores del hospital se encuentra la tumba de Vicente Ferrer, que también fuimos a visitar. Es un bonito espacio con un parque al lado con las frases más importantes que Vicente pronunció en vida.
La Fundación trabaja duro para conseguir la igualdad de condiciones y derechos para las mujeres. Este es un proyecto de largo recorrido, puesto que en India la mujer no suele tener privilegios, ni propiedades. Su papel está en la casa y el cuidado de sus hijos, lo que hace que sean totalmente dependientes de sus maridos.
Para potenciar el papel de estas mujeres en sus familias, en el pueblo y en la sociedad tienen un grupo de mujeres en cada pueblo. Estas se reúnen y debaten las cuestiones y problemas diarios, fijándose una serie de objetivos y trabajando para conseguirlos.
Un modo de colaborar es realizar donaciones al proyecto Mujer a Mujer. La fundación ha creado un fondo de ahorros con el que las mujeres ahorran una cierta cantidad de dinero durante años para luego emprender nuevos proyectos laborales. Por ejemplo, comprar una vaca lechera o montar una pequeña tienda. El dinero que reciben del fondo y que consiguen con sus propios derechos les pertenece sólo a ellas, con una cuenta a su nombre.
Otra de las iniciativas para mujeres está en la propiedad. La fundación ha construido más de 500 viviendas para familias pobres y muchas de ellas están a nombre de las mujeres, para que no tengan que depender de sus maridos.
La visita de Mujer a Mujer fue intensa y muy bonita. Ellas nos recibieron con rituales y ofrendas, cantaron canciones y luego nos contaron en primera persona cómo el proyecto había cambiado sus vidas. Tuvimos que contener las lágrimas de emoción en más de una ocasión. Qué valientes, qué mujeres… Estaremos eternamente agradecidas por el ejemplo de esfuerzo y superación que nos dieron aquél día.
Otra iniciativa destinada a mujeres. Mediante talleres de ropa, bisutería y manualidades, la fundación crea empleo para muchas mujeres de los alrededores de Anantapur. De este modo consiguen dotarlas de nuevas habilidades que les servirán para un futuro, además de sacarlas de la vida de casa y el trabajo en el campo (dónde ganan muy poco por día).
Pantalones, pareos, pulseras, collares, papelería… La mayoría de productos suelen ser vendidos en las tiendas de la fundación (en el campus y en España) y a veces también realizan encargos. Todo el dinero que se genera se destina al sueldo de estas mujeres.
Estos talleres además tienen una serie de plazas y tareas para mujeres con discapacidad. La situación de los discapacitados en India es de exclusión y rechazo absoluto por parte de sus familiares y amigos. De esta manera estas personas acceden a un sueldo y eso hace que su papel en la sociedad cobre importancia. Así disminuyen el rechazo social, les hace sentir útiles y aumenta su autoestima.
Esta visita se realiza justo al lado del campus principal. Se trata de una escuela que selecciona a cierto número de estudiantes anualmente. Durante este período los alumnos seleccionados por la FVF, mayores de edad, estudian varios idiomas en un programa intensivo. Este curso les permite acceder a mejores empleos en grandes empresas. Mediante este proyecto contribuyen al desarrollo y la inclusión de estas personas en el mundo laboral.
La madre naturaleza juega un papel clave en esta zona de Anantapur. Es una zona de clima semiárido, el segundo más seco de toda la India después del desierto de Rajastán.
El 75% de su población depende de la agricultura. Cuando Vicente Ferrer llegó a allí en 1969 se encontró con un terreno poco fértil, y sus especialistas en ecología calcularon que si no se actuaba, en 50 años la zona sería un desierto.
La fundación lucha para la optimización y ahorro en los sistemas de agua y recursos naturales de la zona para frenar la desertización. Así que empezaron un plan de desarrollo ecológico, que despliega en diferentes áreas:
– Construción de estructuras hídricas (presas, canales,…).
– Construcción de muros de contención.
– Implantación de sistemas de micro irrigación (riego por goteo y aspersión).
– Reforestación de los bosques y silvicultura.
– Uso de energías alternativas (solar, biogás, chulhas).
– Promoción de la ganadería y la psicultura.
– Diversificación de cultivos y horticultura.
Gracias a la Fundación muchos de los campesinos se han beneficiado y han podido regenerar sus terrenos para seguir con el cultivo y así asegurar el futuro de sus familias.
Otra cosa que puedes hacer en Anantapur es conocer a Anna o Moncho Ferrer. Normalmente es Anna, la esposa del difunto Vicente Ferrer, quién recibe a los visitantes al menos un día de su visita. En su ausencia, fue su hijo Moncho quién nos dió la bienvenida. Para nosotras, sentarnos a charlar con él en una mesa durante dos horas fue una lección de vida. Es una persona encantadora con una visión del mundo y la sociedad totalmente altruista que debes conocer. Además es muy divertido.
Además de estos proyectos la fundación cuenta con escuelas, campos de deporte, creación de empleos, etc.. Un sinfín de iniciativas que mejoran día a día la vida de estas personas. Si quieres saber QUÉ PUEDES HACER TÚ para ayudar a la fundación en cualquiera de sus áreas, haz click en este link.
Nos fuimos gratamente impresionadas con el trabajo que realiza la organización en Anantapur. Y felices por haberlo conocido en primera persona.
Felicidades y gracias por todo, Fundación Vicente Ferrer.
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